Redescubrimiento de la identidad a través de la tecnología.
Somos una respuesta a los medios, nuestras vidas se han convertido en un paisaje de diminutas ventanas donde miramos nuestro mundo inventado, distorsionado, real y vulgar. Se nos presenta en forma de pantallas que vemos, escuchamos y nos dejamos hipnotizar.
Somos, así, consumidores de una sociedad que no se cuestiona sino que se le dan las respuestas. No se reflexiona, se reacciona. Los mass-media divulgan una manipulación inevitable.
Por otro lado, los efectos de la tecnología como tal, no alteran las opiniones y conceptos, sino las relaciones sensibles y modelos de percepción, nos sugiere un aislamiento corporal y produce un cambio en las estructuras sociales tradicionales.
Mis imágenes son retratos de esta identidad distorsionada por la tecnología. Los retratos son una afirmación de la vida que vivimos. Nuestra identidad se forma a partir del residuo y fragmentos de lo que vemos. Mi personaje esta atrapado en una identidad tecnológica de un espacio mental.